En la carretera Panamericana Sur, en Chilca, me topé con una simpática vendedora que me ofreció unos helados artesanales para chuparse los dedos. A lo largo de una hilera de coloridas casetas, cada una regentada por un maestro heladero local, se pueden encontrar estas delicias únicas. ¡Es como un Disneylandia para los fanáticos de los helados! 🍦😋